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terça-feira, 10 de novembro de 2009

Dormir e sonhar


El siguiente texto es un extracto de la enseñanza "Dormir y Soñar", publicada en TenDrel, Dhagpo Kagyu Ling, Francia, Diciembre 1991.

El proceso de dormir es muy similar al de morir. Esa es la razón por la que es tan importante meditar tanto cuando estamos completamente despiertos como cuando estamos quedándonos dormidos. Si practicamos la meditación con un alto nivel de concentración podemos detectar los cambios que ocurren en nuestra mente cuando estamos quedándonos dormidos. El elemento blanco masculino fluye desde la parte alta de nuestra cabeza hacia el nivel del corazón y el elemento femenino rojo sube hacia el corazón desde la parte inferior del cuerpo. Cuando ambos se encuentran ocurre una pérdida momentánea del estado consciente ordinario y luego surge una claridad consciente: nuestra mente esta atenta durante el estado del sueño. La fortaleza de nuestra meditación en el Lama es lo que hace esa consciencia posible. El Lama esta a la altura del corazón en la forma pura de Dharmakaya, cuya luz irradia desde su cuerpo. Nuestra mente, que es inseparable de la mente del maestro, se identifica con esa luz. Esto disipa lentamente la inconsciencia del estado ordinario del sueño. Aunque completamente dormidos, nuestra consciencia se incrementa y nuestra mente se vuelve más y más clara.

Un signo de esa claridad es que percibimos nuestro propio cuerpo dormido. No lo vemos compuesto de carne como normalmente lo percibimos sino como un objeto transparente brillando con luz radiante viniendo del lama en nuestra mente. Si nuestra mente es bastante estable, nuestra mente dormida percibe nuestro cuerpo tan brillante que puede irradiar luz a todo el cuarto. Aunque dormidos podemos ver el cuarto y los objetos que hay en él. Podemos ver claramente que no podemos estar seguros de cuando estamos dormidos o despiertos. Esto solo es posible cuando uno tiene una maestría completa en la ocurrencia de las tres experiencias de gozo, claridad y no conceptualización durante la meditación despierta. Una vez estabilizadas, esas experiencias aparecen durante el sueño en su forma particular. El hecho de poder ver el cuarto donde dormimos esta asociado con la clara luz de un tranquilo estado mental. Este aparece en aquellos que han practicado la meditación shinay. Uno puede ver el cuerpo tan claramente que pareciera que la luz interior es una imagen de destellos de luces de diferentes colores. Y si la meditación es muy estable es posible incluso moverse, la mente se mueve dentro del cuarto e incluso a los lugares adyacentes. Uno puede viajar de un lugar a otro. Esta es una explicación teórica de las posibles experiencias que uno puede tener mientras dormimos si meditamos lo suficiente durante el día. Querer alcanzar estos estados no es suficiente, ellos son el resultado natural de una profunda y frecuente meditación.

Esas experiencias no crean ninguna ansiedad en la mente. La mente descansa en el mismo estado que cuando practicamos una profunda meditación Shinay, esta completamente relajada, muy clara y sin ningún apego. Esta llena con las tres experiencias de gozo, claridad y no conceptualización. En ese estado los órganos sensitivos son muy agudos y claros, lo que significa que podemos ver, oír, oler, sentir y saborear, esas experiencias continúan llegando a la mente que duerme, pero a diferencia de lo que sucede cuando estamos despiertos: consideramos todas las sensaciones igualmente, recibiéndolas felizmente. No consideramos, por ejemplo, que algunos sonidos son muy fuertes o insoportables. A medida que la meditación despierta progresa y nos libramos nosotros mismos de las experiencias shinay y desarrollamos una profunda meditación de sabiduría primordial, la clara luz del sueño se hace más brillante y se libera a sí misma de estas experiencias. Esto aparece naturalmente. No necesitamos cambiar la técnica o practicar otra meditación mientras caemos dormidos. Simplemente necesitamos mantenernos en la practica y orarle al lama antes de dormirnos y por el poder de nuestra meditación despierta la meditación apropiada ocurrirá durante el sueño.

Este tipo de meditación también se desarrolla al momento de la muerte. Aquellos que tienen una fuerte experiencia meditativa alcanzan la Budeidad en los segundos que siguen a la muerte y no tienen que experimentar el bardo. Para aquellos que practican regularmente una meditación sin perfeccionarla, la consciencia se establece en un estado similar al de la meditación que practicaba mientras estaba vivo (shinay, lhaktong o mahamudra). Si esto no conduce a la liberación un pensamiento sutil aparecerá en la mente y disparará en la mente la experiencia del bardo. Es similar al dormir, pero un pensamiento sutil durante el dormir nos conducirá a un sueño en vez del bardo. Tan pronto como el sueño aparece, un buen meditador se proyecta a sí mismo como una deidad y aparece como tal en el sueño, realizando que todo es una ilusión y manteniendo ese estado de consciencia mientras dure el sueño. Cuando hay menos capacidad, uno comienza a soñar y al cabo de un rato se da cuenta que esta soñando. Nos damos cuenta del carácter ilusorio del sueño creado en nuestra mente. Con esa realización de la naturaleza del sueño, nada que suceda en él puede hacer que el soñador sufra.

Cuando realizamos que el sueño no es real y es sólo una ilusión o el juego mágico de la mente no se crea ningún apego durante el sueño. Aprendemos a mantener la mente en la naturaleza última mientras dormimos. No utilizamos el sueño para tratar de hacer o llevar a cabo algo, ni para encontrarnos con personas en diferentes lugares durante el estado del sueño. Esa clase de objetivos sólo ayudan a incrementar la confusión del sueño. Estar conscientes de que estamos soñando ayuda a comprender la naturaleza del sueño, la realización de que es una creación mental de una mente confundida. Esas son solo experiencias y sensaciones que se sienten durante el sueño y que se purificarán naturalmente. Ese proceso es el camino de la meditación durante el sueño.

De todas las experiencias, aquella que más acarrea sufrimiento es la que no se puede evitar: la muerte. Sólo la práctica del Dharma es realmente eficiente al momento de la muerte. Nuestra única protección en ese momento viene del lama y de las tres joyas (Buda, Dharma, Sangha). Para un beneficio efectivo en la eliminación del sufrimiento al momento de la muerte es necesario haber realizado suficiente práctica del Dharma en vida y de haber orado regularmente al lama y las tres joyas. En cada circunstancia feliz o infeliz de nuestra vida debemos orarle al lama y a las tres joyas y cuando experimentamos fuertes sufrimientos debemos pedir por protección y refugio. Entonces al momento de la muerte nuestra petición por protección y refugio será verdaderamente efectiva.

Asimismo, aunque nuestras pesadillas nos asusten y produzcan un intenso sufrimiento, si practicamos y tomamos refugio durante la vigilia, la misma tendencia se manifestará en el sueño. Nosotros le oramos al lama y a las tres joyas dentro del sueño. Nuestra plegaria es escuchada y el sueño es transformado de modo que la causa del sufrimiento desaparece. Tenemos el mismo resultado cuando meditamos en el vacío en nuestro sueño. Mediante la realización del carácter ilusorio del sueño no necesitamos temer, porque vemos que la situación atemorizante y la persona que esta siendo atemorizada son inseparables. No hay una realidad de objeto - sujeto. Esa realización inmediatamente nos libera de la situación.

En nuestro estado presente, cualquier pensamiento, idea o sentimiento que experimentamos en nuestra mente, inmediatamente nos captura. Nosotros seguimos el pensamiento, sentimos el sentimiento y actuamos bajo su influencia porque creemos en la realidad de ese pensamiento o sentimiento. Ellos aparecen y estamos convencidos de que son permanentes, concretos y representan la motivación de nuestros actos. Pero esos pensamientos, sean conceptos o emociones, no tienen realidad. Son solo expresiones de la mente -irreales, intangibles, de corta duración- son simplemente un juego de la mente, similares a una ilusión o un sueño. Una vez que desarrollamos esa consciencia no estamos tentados a seguir los pensamientos y emociones que surgen, no somos arrastrados por su influencia y estamos libres de sus trucos. La práctica durante la vigilia permite que la misma reacción que aparece en las noches durante el sueño pueda ocurrir después de la muerte, en el estado del bardo, donde experimentamos varias ilusiones y alucinaciones. Cuando realizamos que son solo un juego de la mente, podemos rápidamente liberarnos de esas ilusiones. Ese estado mental, libre de todas las nociones de objeto y sujeto, debe ser cultivado durante la vigilia y debemos confiar profundamente en él.

¿Cuál es el propósito del Dharma? Su propósito principal es permitirnos actuar de modo útil al momento de la muerte. Para aquellos que practican las enseñanzas del Buda durante su vida, la experiencia de la muerte no es terrible porque es un evento cuyos pasos y procesos son conocidos. Tales practicantes se mantienen conscientes y confiados durante la experiencia y la aceptan tranquilamente. Gracias a la práctica del Dharma podemos saber que hacer y como evitar las trampas al momento de la muerte. Se pueden utilizar muchos métodos. El más simple consiste en pedir sinceramente un renacimiento en la tierra pura del Buda Amithaba, la tierra del Dewachen. Amithaba expresó fuertes deseos de que cuando se iluminara de su mente apareciera un mundo el cual fuera accesible a todos los seres sin excepción. Su deseo fue que cualquiera que confiara en su tierra pura y pidiera profundamente renacer en ella pudiera hacerlo sin dificultad. Cuando alcanzó la iluminación su deseo se hizo realidad y de la mente pura de Amithaba se manifestó un mundo accesible a todos. El Buda Sakyamuni describió esa tierra pura: el mundo del Dewachen.

La práctica no es sólo útil al momento de la muerte; es también de gran valor en nuestra vida porque puede erradicar el sufrimiento que encontramos. Practicar el Dharma nos permite la transformación de cualquier situación en algo útil. Nos liberamos del sufrimiento y lo transformamos en felicidad. Así que es necesario tener una confianza total en esa cualidad de la práctica de las enseñanzas del Buda.

La mejor practica para nosotros es la meditación en el Buda Ojos Amorosos, y la repetición de su mantra: OM MANI PEME HUNG. Ojos Amorosos es la expresión de la compasión de todos los Budas la cual aparece simbólicamente bajo esa forma para ser accesible a todos los seres. Esa compasión esta siempre vinculada con el vacío. Si meditamos en Ojos Amorosos y repetimos su mantra, el amor y la compasión se desarrollan naturalmente en el flujo de nuestra mente, y la experiencia del vacío surge lentamente. Se dice en las enseñanzas que si cultivamos la compasión y el amor, eventualmente la verdadera realización del vacío del Dharmakaya aparecerá en nosotros. Es bueno practicar regularmente esa meditación con gozo y confianza para fortalecer en nosotros el deseo de renacer en el Dewachen. La presencia constante de ese deseo en nuestra mente asegurará que al momento de la muerte estaremos más allá del deseo de vivir una vida en particular en este mundo. Toda nuestra atención estará focalizada en el deseo de renacer en la Tierra Pura de Dewachen. Si no tenemos dudas y lo deseamos desde el fondo de nuestro corazón, es seguro que ocurrirá.

Al momento de la muerte, debemos estar libres de todo temor y no pensar que podemos experimentar sufrimiento. Al contrario, debemos recordar todas las acciones positivas cometidas en nuestra vida y dedicarlas al beneficio de todos los seres vivos. Imaginamos que ellos se benefician de los efectos de nuestro buen karma, que son felices y que ese buen karma los beneficiará en su camino hacia la iluminación. Ayudar a las personas de esa forma generará un sentimiento en nosotros de gran alegría. Entonces tomamos todo el sufrimiento, enfermedades y obstáculos de todos los seres. Imaginamos que se mezcla con nuestra propia experiencia de muerte y deseamos profundamente aniquilar todo sufrimiento y karma negativo. La mente se estabiliza en un estado libre de toda dualidad y fuertemente desea que luego de la muerte, nuestro cuerpo, habla y mente se unan para beneficiar a todos los seres. Deseamos: "Cada vez que las personas tengan una necesidad, o piensen en algo que deseen, puedan mi cuerpo y mente transformarse en algo que ellos puedan disfrutar". Morir con ese deseo en mente crea un renacimiento con las condiciones favorables para la iluminación. Renaceremos con una mente despierta que en esa nueva vida nos permitirá alcanzar la Budeidad rápidamente porque estamos beneficiando a otros efectivamente. Renaceremos con muchas cualidades y capacidades físicas que nos permitirán ser de máxima ayuda a todos los seres. Esa es la razón por la cual es tan importante expresar ese deseo al momento de la muerte, y morir con ese estado mental.

Esa actitud puede ser transmitida cuando estamos ayudando a alguien que esta muriendo. Debemos hacer todo lo posible por asegurarnos que la persona esta muriendo con un estado mental positivo. Aún si la persona no conoce las enseñanzas del Buda y por lo tanto no puede practicar los métodos mencionados anteriormente con determinación, podemos animar a la persona para que muera con una mente tranquila. El estado mental de la persona que esta muriendo es lo más importante. La persona experimenta intensas emociones, sufrimiento, esta muy agitada, nerviosa, temerosa y muy débil, todo esto desestabiliza la mente. Debemos mostrar siempre gran gentileza en nuestros gestos físicos y nuestras palabras, y debemos evitar cualquier acción o palabra que cause ira en la persona, o sentimientos de celos u orgullo, o cualquier emoción que cause circunstancias desfavorables en la muerte.

Al momento de morir, debemos evitar absolutamente el odio, la rabia, los celos y el orgullo, y debemos asegurarnos que otras personas no experimenten tales emociones al momento de su muerte. Si por nuestra actitud o nuestras palabras inducimos a la rabia a una persona que esta muriendo, la presencia de esa fuerte emoción en el momento justo de la muerte crea un karma negativo cuya consecuencia inmediata es un renacimiento en los reinos inferiores. Si nosotros somos la causa de esa emoción somos los responsables de ese renacimiento bajo, lo que crea un karma negativo para nosotros mismos. Por lo tanto debemos adoptar modales gentiles y cuidadosos con la persona que esta muriendo y debemos evitar cualquier acción o palabra capaz de torturarlos. Si tal actitud positiva es practicada hacia los moribundos, entonces al momento de nuestra muerte evitaremos cualquier emoción negativa que nos conduzca a un renacimiento en los reinos inferiores.

¿Por que es tan importante el momento de la muerte?. Ese es el momento donde la mente esta libre de cualquier apego al cuerpo y al mundo. La mente esta perfectamente desnuda, completamente llena de consciencia vacía y por lo tanto muy poderosa. El más pequeño pensamiento en ese estado mental automáticamente tiene un enorme impacto. Si ese pensamiento es una emoción, la mente es inmediatamente trasladada a un reino basado en esa emoción. Mientras estamos vivos no podemos entender lo que ese estado significa porque no experimentamos la mente perfectamente desnuda. Estamos constantemente conceptualizando el mundo y nuestro propio cuerpo, así que nunca experimentamos la desnudez. Mientras estamos vivos estamos constantemente agitados por pensamientos e ideas. Estamos experimentando también un flujo constante de distracciones externas. Una parte de esa agitación es placentera, se ajusta a nuestra posición actual y no genera ninguna reacción negativa en nuestra mente. Pero otras situaciones pueden generar perturbaciones y confundir la mente. Ya sea que disfrutemos o no de una situación es importante no reaccionar con nuestro primer impulso. Debemos aprender a evitar que nuestra mente sea influenciada por las ideas y reacciones que surgen en ella misma. Debemos mejorar nuestra vigilancia. Sea lo que sea que hagamos debemos permanecer totalmente conscientes de lo que sucede en nuestra mente, de modo que no reaccionemos automáticamente sin tiempo de pensar cual es la mejor respuesta. Sin esa vigilancia una mente negativa, crea circunstancias negativas que se convierten en reacciones negativas, creando aún más karma negativo. La única solución para salir de ese círculo vicioso y evitar renacer en una vida llena de sufrimientos es desarrollar una consciencia pura y una vigilancia siempre presente.

Al momento de la muerte, ofrecemos nuestro cuerpo, habla y mente y todas nuestras acciones positivas pasadas a todos los seres, con el deseo de que satisfaga sus necesidades y los ayude a alcanzar la iluminación. Entonces dejamos a la mente descansar en la intención pura de renacer en la tierra de Amithaba. Visualizamos al Buda Amithaba enfrente de nosotros para ayudar a mantener esa idea en la mente. De hecho es el lama raíz el que aparece bajo la forma de Amithaba. Lo dibujamos muy claramente y desarrollamos una fuerte confianza en su presencia. Le ofrecemos todas las riquezas obtenidas durante nuestras vidas, todas nuestras pertenencias incluyendo nuestro cuerpo, sin guardar nada para nosotros mismos, sin olvidar nada. Estamos conscientes de que nuestros apegos son obstáculos para un renacimiento en la tierra pura de Amithaba. Le ofrecemos todo a Amithaba y nos sentimos libres de cualquier atadura a nuestra vida que acaba de terminar.

Si continuamos experimentando apegos, nuestras antiguas posesiones nos preocuparan después de la muerte. Tendremos visiones de otras personas tomando nuestras posesiones, lo cual producirá celos y nos aturdirá. Esas emociones nos llevarán hacia reinos bajos de existencia. Urge entonces ofrecer absolutamente todo, incluido nuestro cuerpo, a los Budas para que no exista ningún obstáculo; de esta forma nada genera apegos y nos aseguramos de seguir nuestro camino a la liberación. Así que al momento de la muerte debemos fijar nuestra mente en el deseo de alcanzar el Dewachen y enfocar nuestra consciencia en ese objeto. Si mantenemos el deseo de renacer en Dewachen, y estamos conscientes de la presencia de Amithaba, nuestra consciencia naturalmente abandonará nuestro cuerpo, e irá directamente a la tierra de Amithaba. Nuestro renacimiento ocurre inmediatamente dentro de una flor de loto en la tierra del Dewachen. Esa flor de loto se abre y aparece para nosotros la tierra pura. Nuestro cuerpo no esta hecho de carne y sangre sino de luz. Ese renacimiento instantáneo que podemos llamar milagroso es de hecho fácil de realizar.

Una vez que renacemos en la tierra pura de Dewachen ningún esfuerzo es necesario. Todo lo que deseamos o queremos aparece espontáneamente, sin necesidad de trabajar o hacer algo. Si queremos ir a la tierra pura podemos aparecer instantáneamente allí sin necesidad de ningún sistema de transporte. Viajamos instantáneamente en el cuerpo espiritual. Podemos también dejar el Dewachen para ayudar a las personas en el bardo, donde van de una vida a otra en un estado de confusión, podemos manifestarnos en ese estado intermedio y seguir ayudando a las personas eficientemente. También es posible reaparecer en los mundos ordinarios de los reinos vivos para ayudar a los seres. Todas esas experiencias se realizan sin sufrimiento y sin la necesidad de nacer o morir porque estamos más allá de esos estados. En la tierra pura del Dewachen constantemente escuchamos, memorizamos y entendemos las enseñanzas directamente del Buda Amithaba. Así automática y espontáneamente nos volvemos Budas y Bodisatvas sin seguir el largo y complejo camino de seguir los pasos uno por uno. Dentro del corazón de Amithaba hay una esfera de luz que contiene a Guru Rinpoche. Del corazón de Amithaba emergen una cantidad enorme de Guru Rinpoches. Todos ellos actúan para beneficiar a todos los seres en diferentes estados de existencia. De la mano derecha de Amithaba surge una constante cadena de representaciones de Chenrezig que actúan para el beneficio de todos. De su mano izquierda millones de Taras Verdes fluyen para proteger a las personas del temor y liberarlas del sufrimiento.

Debido a que realizamos algunas acciones negativas en nuestras vidas pasadas renacimos en esta vida con un cuerpo hecho de diferentes elementos cuya naturaleza produce sufrimiento. Eso significa que nuestra vida actual es la realización de la noble verdad del sufrimiento. Nuestra vida humana actual es muy corta comparada con el tiempo que continuaremos en los ciclos de renacimiento hasta que alcancemos la liberación. Desarrollar la motivación de renacer en el Dewachen en el momento de la muerte es la manera más efectiva de evitar cualquier posibilidad de renacer en esos estados de sufrimiento. En el momento de la muerte debemos decidir cortar con cualquier apego a esta forma de vida, a este sufrimiento que es nuestro cuerpo y mente, e ir directamente al Dewachen. Eso detendrá completamente el ciclo de existencias y el sufrimiento asociado a el.

Esas explicaciones son un poco como abrir la puerta al Dewachen. Para ir allí uno simplemente necesita seguir las instrucciones que han sido dadas.

http://www.tradicionperenne.com/

domingo, 8 de novembro de 2009

A Arte da Imperfeição - por Adília Belloti

Não sou muito chegada a repassar mensagens que me chegam por e-mail, mas essa é tão a minha cara que acho que a pessoa que me mandou, manienta também que nem eu, costurou ela própria a carapuça só olhando prá mim, calculando a medida no olhômetro. Ou então, eu olhando para meu wabi sabi, não seria "uma boba que encanta a todos com seu jeito despretensioso"? Minha querida, Si. Estou repassando seu e-mail via blog!

A arte da Imperfeicão


Adília Belloti


Não sei quanto a você, mas eu ando definitivamente exausta de correr atrás da perfeição. No outro dia me peguei medindo as toalhas de banho dobradas para que elas formassem impecáveis pilhas no meu armário. Uma amiga me diz que arruma os vidros de tempero por ordem alfabética!? E o pediatra solta um comentário bem-humorado sobre mães que se sentem pessoalmente insultadas quando seus filhos ficam gripados. Como se gripe fosse uma espécie de tinta que manchasse a perfeição dos seus pimpolhos... Nosso índice de tolerância aos "defeitos de fabricação" do universo anda mesmo muito baixo. E isso nos torna a espécie mais reclamona do universo, provavelmente a única, mas é que tenho algumas dúvidas se bois e vacas interiormente não reclamam daquelas moscas sempre em volta dos seus rabos... Passamos um bocado de tempo tentando caber nas molduras que inventamos para nós. Isso quando escapamos de tentar vestir à força as expectativas que OUTROS criaram para NÓS. Senão, me digam por que seres humanos razoáveis investiriam tanto tempo, dinheiro e energia para tentar recuperar a imagem que tinham aos 18 anos? Por estas e por outras tantas foi que quando terminei de ler aquele livrinho senti que tinha recebido uma revelação divina! É só um livreto, mas, ao contrário, desses livros bonitinhos que a gente compra como se fosse um cartão para dizer "Feliz Aniversário" ou "Como eu gosto de você", não é tão fácil assim de ler. Muito menos de pôr em prática os conselhos da autora. Em português acabou chamando "A arte de viver bem com as imperfeições". Uma pena, eu penso. O título em inglês é "The Art of Imperfection" ou A Arte da Imperfeição. Assim, simplesmente. Teria sido melhor. Porque é disto que Véronique Vienne fala no seu pequeno livro: das formas de perceber a beleza que se esconde nas frestas do mundo perfeito que tentamos, sempre em vão, construir para nós. Você conhece aquela história de que os tapetes persas sempre tem um pequeno erro, um minúsculo defeito, apenas para lembrar a quem olha de que só Deus é perfeito? Pois é, a Arte da Imperfeição começa quando a gente reconhece e aceita nossa tola condição humana. Véronique Vienne dividiu seu manual em dez capítulos de títulos muito sugestivos: a arte de cometer erros, a arte de ser tímido, a arte de se parecer consigo mesmo, a arte de não ter nada para vestir, a arte de não ter razão, a arte de ser desorganizado, a arte de ter gosto, não bom-gosto, a arte de não saber o que fazer, a arte de ser tolo, a arte de não ser nem rico nem famoso. E encerra o livro com 10 boas razões para ser uma pessoa comum. "A história está cheia de criaturas incompetentes que foram muitíssimo amadas, desajeitados com personalidades cativantes e gente boba que encanta a todos com seu jeito despretensioso. O segredo? Aceitar nossas falhas com a mesma graça e humildade com que aceitamos nossas melhores qualidades", ela diz. E propõe: "Perdoe a si mesmo. (...) Você não precisa ser perfeito para ser um ser humano bem-sucedido. De fato, com mais freqüência do que imaginamos, o desejo de acertar impede as coisas de melhorarem e a necessidade de estar no controle aumenta a desordem e o caos". A Arte da Imperfeição, no entanto, não se limita ao reconhecimento das imperfeições humanas. Também tem a ver com nosso jeito de olhar para as coisas mais banais, mais corriqueiras e enxergá-las com outros e mais benevolentes olhos. Leonard Koren, um designer americano, publicou alguns livros tentando revelar para o nosso jeito ocidental as delicadezas do olhar wabi sabi. Wabi sabi é a expressão que os japoneses inventaram para definir a beleza que mora nas coisas imperfeitas e incompletas. O termo é quase que intraduzível. Na verdade, wabi sabi é um jeito de "ver" as coisas através de uma ótica de simplicidade, naturalidade e aceitação da realidade. Contam que o conceito surgiu por volta do século 15. Um jovem chamado Sen no Rikyu (1522-1591) queria aprender os complicados rituais da Cerimônia do Chá. E foi procurar o grande mestre Takeno Joo. Para testar o rapaz, o mestre mandou que ele varresse o jardim. Rikyu lançou-se ao trabalho feliz. Limpou o jardim até que não restasse nem uma folhinha fora do lugar. Ao terminar, examinou cuidadosamente o que tinha feito: o jardim perfeito, impecável, cada centímetro de areia imaculadamente varrido, cada pedra no lugar, todas as plantas caprichadamente ajeitadas. E então, antes de apresentar o resultado ao mestre Rikyu chacoalhou o tronco de uma cerejeira e fez caírem algumas flores que se espalharam displicentes pelo chão. Mestre Joo, impressionado, admitiu o jovem no seu mosteiro. Rikyu virou um grande Mestre do Chá e desde então é reverenciado como aquele que entendeu a essência do conceito de wabi-sabi: a arte da imperfeição. O que a historinha de Rikyu tem para nos ensinar é que estes mestres japoneses, com sua sofisticadíssima cultura inspirada nos ensinamentos do taoísmo e do zen budismo, conseguiram perceber que a ação humana sobre o mundo deve ser tão delicada que não impeça a verdadeira natureza das coisas de se revelar. E a natureza das coisas é percorrer seu ciclo de nascimento, deslumbramento e morte; efêmeras e frágeis. Eles enxergaram a beleza e a elegância que existe em tudo que é tocado pelo carinho do tempo. Um velho bule de chá, musgo cobrindo as pedras do caminho, a toalha amarelada da avó, a cadeira de madeira branqueada de chuva que espreguiça no jardim, uma única rosa solta no vaso, a maçaneta da porta nublada das mãos que deixou entrar e sair. Wabi sabi é olhar para o mundo com uma certa melancolia de quem sabe que a vida é passageira e, por isso mesmo, bela. Para os olhos artistas de Leonard Koren wabi sabi é inseparável da sabedoria budista que ensina: Todas as coisas são impermanentes. Todas as coisas são imperfeitas. Todas as coisas são incompletas. Daí olhar para elas de um modo wabi sabi é ver: A beleza que existe naquilo que tem as marcas do tempo (a velha cadeira de balanço com sua pintura já gasta tomando o solzinho que entra pela janela é wabi sabi) A beleza do que é humilde e simples (em vez de sofisticado e cheio de ornamentos inúteis) A beleza de tudo que não é convencional (quer algo mais wabi sabi do que servir à luz de velas e em toalhas de renda um simples hamburguer?) A beleza dos materiais que ainda guardam em si a natureza (wabi sabi é definitivamente papel, algodão, velhos e nobres tecidos, nada de plástico) A beleza da mudança das estações (que tal experimentar descobrir os primeiros verdes fresquinhos e brilhantes que anunciam a primavera?) A Arte da Imperfeição é ver a vida com a tranquilidade de quem sabe que a busca da perfeição exaure nossas forças e corrói nossas pequenas alegrias. Porque, como disse Thomas Moore, "a perfeição pertence a um mundo imaginário".

segunda-feira, 2 de novembro de 2009

Enquanto não vai

Não dá! Se eu saio de casa tenho que passar no salão nem que seja prá jogar conversa fora. Fui cedinho, não tinha ninguém. Só a Terezinha, a Margarida e a Cida. Nenhuma cliente. Conversamos, contamos casos sérios e engraçados. Morremos de rir. Choramos de falar. E antes que alguma cliente chegasse, Terezinha cortou meu cabelo! Disse que até março, posso contar com ela! Oba!

quinta-feira, 29 de outubro de 2009

Pequenas perdas


A filosofia de vida que sigo, que penso, que introjeto o tempo todo parece que está ali para me proteger de um sofrimento a mais, já que os sofrimentos são inevitáveis e inúmeros. Então, crio uma espécie de defesa e olho para o que tenho como se fosse perder tudo no segundo seguinte. E fico ali contemplando, olhando meu sentimento, velando meu organismo e suas reações, a respiração, os apertos abdominais, a garganta.

Nem sempre adianta. Às vezes, pequenas perdas nos pegam desprevenidos e a respiração muda, sai do controle e os apertos todos aparecem de repente.

Parece tolice de tão pequena e fútil a perda, mas hoje, a Terezinha que sempre cortou os cabelos meus e os da minha filha vai se aposentar e fechar seu salão que frequentamos, eu e minha filha e tantos outros clientes, há mais de vinte anos. E agora? Quem vai cortar meu cabelo à la Naomi Watts anos 20? (foto)

Voltei para casa estranha, triste, quase deprimida. Sentem-me e respirei. E conclui que é preciso muita prática, muito treino para sair do círculo do sofrimento. E ainda falta muito!

sábado, 24 de outubro de 2009

A Colcha da Inez - Um "Quilt"



Assim que tomei a decisão de realmente fazer a colcha da Inez, falei que ia fazer da maneira mais correta e arrumadinha, um arremedo da maneira com que o Rinpoche fazia tudo que fazia, bem certinho.

Escolhi tecido, forro e recheio. Poderia ter sido um tecido melhor, mas não encontrei na época. Quando encontrei, já tinha comprado. Paciência. Tive uma idéia: colocar forro de cobertor em vez de fibra acrílica porque ela mora lá no sul do Brasil e deve fazer muito frio. Com o cobertor ficaria bem quentinha a manta-colcha e o efeito visual seria o mesmo.

Daí, levo prá casa, separo cada um dos tecidos e o cobertor. Molho um a um separadamente para tirar a goma e evitar que alguma coisa encolha na primeira lavada. Se encolher, tem que encolher antes, nas minhas mãos. Não esquecer de botar um amaciantezinho prá ficar macia e cheirosa de cara!

Assim que tudo está bem sequinho, passo a ferro, estico o tecido em cima de uma mesa grande e fico sentada olhando prá ele. Horas... O que será que eu vou fazer?

Brotam mil idéias na cabeça, mas algumas são, ou muito preguiçosas, ou elaboradas demais. Decido pelo caminho do meio e escolho linhas que se repetem na padronagem do tecido, mas sem deixar que despareçam no meio dele sendo um pouquinho mais claras ou escuras prá dar um pouco de contraste.

Pronto! É hora de agulha e linhas, alfinetes, alinhavos e muita atenção e carinho. É a hora da chamada “cachaça”, aquilo que você gosta tanto de fazer que é difícil largar. E, depois de algumas semanas – dá trabalho sim, mas trabalho gostoso – eis a colcha pronta!

sexta-feira, 23 de outubro de 2009

Insônia com aprendizado - "Divorce Albanian Style"

Novamente com insônia, vou para a sala ver se tem algo que preste na televisão porque é a única atividade que me dá sono, exatamente porque não é uma atividade. É uma inatividade, só ficar olhando. No caso, melhor ainda, peguei um documentário onde as pessoas falam russo ou albanês e tenho que ler as legendas o que, provavelmente, vai me dar mais sono. Mas não antes de perceber que, minha atração pelas palavras e por suas origens, me fazem entender que tem algumas que não mudam em muitas línguas, até nas que não domino. São palavras marcantes, duras, fortes e cruas. Assim como o documentário. Anoto-as num pedaço de papel.

espionagem
propaganda
narcótico
esqueleto
fotografia
documento
telegrama
telefone
confisco
anistia

O documentário? Deixo um link e um trailler. Copiem e abram em outra janela.
http://www.cinemawithoutborders.com/news/127/ARTICLE/1945/2009-07-18.html
http://www.youtube.com/watch?v=f2oJL8mzlyk

domingo, 11 de outubro de 2009

De volta para o passado.

Sabem onde eu estou? No pecesão! O velho! Não tem nem um mês que eu estou com o notebook e vim aqui ver o velho PC, meu Personal Computer, Computador Pessoal, o meuzinho mesmo que, afinal de contas, me ajudou, foi meu companheiro de horas solitárias, meu parceiro nos trabalhos difíceis, meu acessor para as páginas de ensinamentos na net, meu destruidor de dúvidas junto com o sr. Google. Só ele conseguia marcar consulta com esse sabichão!

Tadinho. Estranhei pacas. Tô parecendo a Alice, aquela que foi dormir e teve um sonho doido e foi parar no país das maravilhas. Há controvérsias. Prefiro não comentar.

O teclado está enorme, o mouse não passa, arrasta. Dá até LER. O monitor está tão borrado que parece que eu preciso de óculos novos. O barulho do cooler da torre é insuportável e extremamente bandeiroso: a casa inteira sabe que eu estou escrevendo. Antes eu nunca notava. Agora, com o note, no silêncio do meu quarto, parece que eu estou num "aparelho" que a ditadura nunca vai descobrir nem com a ajuda do Fleury! Rimou? Rimou.

Olha, meu querido PC. Eu vou te vender. Prefiro avisar, do mesmo jeito que prefiro que o médico me diga que eu estou com câncer e vou ter xis tempo de vida. Odeio surpresas.

Mas enquanto isso, meu querido, venho te ver de vez em quando, tá? Câmbio e desligo!

quarta-feira, 7 de outubro de 2009

Tummo - O Fogo Interior

"Tummo é a sabedoria do fogo. Esta prática combina exercício físico, retenção da respiração, respiração de uma forma especial e visualizações. Através da combinação destes três elementos podemos gerar um fogo interno que queima todos os bloqueios e obstáculos passados, presentes e futuros. Quantos menos bloqueios tivermos, mais abertos somos. Continuamos a abrir cada vez mais até que a determinada altura somos infinitos. O nosso coração, a nossa energia, o nosso amor— tornam-se infinitos. E para atingirmos este estado de plenitude e abertura utilizamos a sabedoria do fogo interior."

sábado, 26 de setembro de 2009

A Herança do Buda

Quando não houver passado, quando não houver futuro, só então haverá paz. Futuro significa aspirações, realizações, metas, ambições, desejos. Você não pode estar aqui/agora, pois está sempre correndo atrás de alguma coisa, em algum lugar. A pessoa precisa estar integralmente presente no presente, assim há paz. E disso procede a renovação da vida, pois a vida só conhece um tempo, e esse é o presente.

O passado está morto; o futuro é apenas uma projeção do passado morto. O que você pode pensar sobre o futuro? Você pensa em termos do seu passado, isso é o que você conhece, e você o projeta – é claro que numa versão melhorada. Será mais bonito, mais bem decorado; todas as dores foram deixadas para trás e só os prazeres foram escolhidos, mas ainda assim é o passado. O passado não é, o futuro não é, só o presente é. Estar no presente é estar vivo, no que há de melhor – e isso é a renovação.


Apenas um dia antes de Gautama Buda deixar seu palácio para buscar a verdade, um filho havia nascido de sua esposa. Esta é uma história muito humana, tão bela...

Antes de deixar o palácio ele só queria ver ao menos uma vez o rosto de seu filho, símbolo de seu amor por sua esposa. Então entrou nos aposentos dela. Ela estava dormindo, e a criança encoberta, debaixo de um lençol. Ele queria remover a coberta para ver o rosto da criança, pois talvez ele jamais voltasse. Ele estava indo numa peregrinação desconhecida. Ele estava arriscando tudo, seu reino, sua esposa, sua vida, seu filho, ele mesmo, em busca da iluminação – algo que ele somente tinha escutado como uma possibilidade, a qual havia acontecido antes a umas poucas pessoas que tinham procurado por isso.

Ele estava tão cheio de dúvidas como qualquer um de vocês, mas o momento da decisão havia chegado. Ele estava determinado a partir. Mas a mente humana, a natureza humana... Ele só queria ver – ele não tinha nem mesmo visto o rosto de seu próprio filho. Mas ele temia que, se ele removesse a coberta, se Yashodhara, sua esposa, acordasse, ela perguntaria, “O que você está fazendo no meio da noite em meu quarto? – e você parece preparado para ir a algum lugar”.

Ele estava para partir, e ele havia dito ao seu cocheiro, “Espere um minuto. Deixe-me ver o rosto da criança. Pode ser que eu jamais retorne”. Mas ele não pôde ver devido ao medo de Yashodhara acordar, começar a chorar, a soluçar, “Onde você vai? Que você está fazendo? O que é renúncia? O que é iluminação?” Não é possível prever o que uma mulher faria – ela podia acordar todo o palácio! O pai dela viria, e a coisa toda estará estragada. Então ele simplesmente fugiu.

Após doze anos, quando ele realizou a iluminação, a primeira coisa que ele fez foi voltar ao seu palácio para desculpar-se com seu pai, sua esposa, seu filho que agora devia estar com doze anos de idade. Ele estava ciente que eles podiam estar zangados. O pai estava muito zangado – ele foi o primeiro a encontrá-lo, e por meia hora ele continuou insultando Buda. Mas depois, subitamente ele percebeu que estava dizendo muitas coisas e seu filho permanecia ali de pé, como uma estátua de mármore, como se nada o afetasse.

O pai olhou para ele, e Gautama Buda disse, “Foi o caminho que escolhi. Por favor, enxugue suas lágrimas. Olhe para mim: Eu não sou o mesmo garoto que deixou o palácio. Seu filho morreu muito tempo atrás.
Posso me parecer com ele, porém, minha consciência é outra. Basta me olhar”.

O pai disse, “Estou vendo isso. Por meia hora eu estive insultando você, e isso é prova suficiente de que você mudou. Do contrário, sei quão temperamental você era: você não conseguiria ficar tão silencioso. Que aconteceu a você?” Buda disse, “Eu lhe direi. Deixe-me primeiro ver minha esposa e meu filho. Eles devem estar esperando – eles devem ter ouvido que eu cheguei”. E a primeira coisa que sua esposa lhe disse foi, “Posso ver que você está transformado. Estes doze anos foram de grande sofrimento, mas não porque você se foi. Sofri porque você nada me disse. Se houvesse simplesmente me contado que você estava indo em busca da verdade, você acha que eu o teria impedido? Você me insultou profundamente. Essa é a mágoa que tenho carregado por doze anos. Também pertenço a casta dos guerreiros – você acha que sou assim tão frágil que teria chorado e gritado para tentar impedi-lo de partir?
“Durante esses doze anos meu sofrimento foi que você não confiou em mim. Eu teria lhe permitido, teria lhe dado uma despedida, teria vindo até a carruagem. Primeiro eu queria lhe fazer a única pergunta que tem estado em minha mente por todos esses doze anos, sobre o que quer que você tenha alcançado – e parece que certamente você alcançou algo. “Você não é mais a mesma pessoa que deixou esse palácio. Você irradia uma luz diferente, sua presença é totalmente nova e refrescante, seus olhos são tão puros e cristalinos como um céu sem nuvens. Você ficou tão bonito, você sempre foi belo, mas essa beleza não parece ser desse mundo. Alguma graça do além caiu sobre você. Minha pergunta é, seja lá o que você tenha alcançado, não era possível alcançar isso aqui nesse palácio? Pode o palácio impedir a verdade?”

A pergunta era extremamente inteligente, e Gautama Buda teve que concordar: “Poderia ter conseguido isso aqui, mas não tinha nenhuma idéia disso naquele momento. Agora posso dizer que eu poderia ter alcançado isso aqui nesse palácio, não havia nenhuma necessidade de ir a lugar algum. Tinha apenas que mergulhar dentro de mim, e isso podia ter ocorrido em qualquer lugar. Este palácio era tão bom quanto qualquer outro lugar, mas agora posso dizer isso. Naquele momento eu não tinha nenhuma idéia”.

“Então você deve me perdoar, pois não é que eu não confiasse em você ou na sua coragem. Na verdade, estava duvidoso quanto a mim mesmo: se você acordasse e eu tivesse visto o bebê, podia ter começado a imaginar, Que estou fazendo, deixando minha bela esposa, cujo amor total, cuja total devoção é para mim. E deixando meu filho de um dia de idade... se estou deixando-o então porque consenti no seu nascimento? Estou fugindo das minhas responsabilidades”.

“Se meu velho pai tivesse acordado, teria sido impossível para mim. Não é que eu não confiasse em você; realmente foi que eu não confiava em mim mesmo. Sabia que havia uma indecisão; eu não era total na renúncia. Uma parte de mim dizia, ‘O que você está fazendo?' – e outra parte de mim estava dizendo, ‘Essa é a hora de fazer isso. Se você não fizer agora isso se tornará cada vez mais difícil. Seu pai está se preparando para lhe coroar. Uma vez você seja coroado rei, será bem mais difícil’”.

Yashodhara disse a ele, “Essa era a única pergunta que eu queria fazer, e estou imensamente feliz por você ter sido absolutamente verdadeiro dizendo que isso, pode ser alcançado aqui, pode ser alcançado em qualquer parte. Agora seu filho, que está de pé ali, um garotinho de doze anos, tem estado continuamente perguntando sobre você, e tenho dito a ele, “Apenas espere. Ele irá voltar; ele não pode ser tão cruel, não pode ser tão indelicado, não pode ser tão desumano. Um dia ele virá. Talvez o que quer que ele tenha ido realizar esteja levando tempo. Logo que ele realizar, a primeira coisa que ele fará será voltar”. “Então seu filho está ali, e eu quero que você me diga qual herança você está deixando para seu filho? O que você tem para dar a ele? Você lhe deu vida – e agora, o que mais?”

Buda nada tinha a não ser sua tigela de esmolas, então chamou seu filho, cujo nome era Rahul. Ele chamou Rahul para perto dele e deu a ele a tigela de esmolas. Ele disse, “Eu nada tenho. Essa é minha única posse. Doravante terei que usar minhas mãos para pedir esmolas, para pedir minha comida. Dando a você essa tigela de esmolas estou lhe iniciando em sânias, na busca. Esse é o único tesouro que encontrei, e eu gostaria que você também o encontrasse”.

Ele disse a Yashodhara, “Você precisa estar preparada para tornar-se uma parte de minha comunidade de sanyasins”, e iniciou sua esposa. Seu pai tinha chegado e estava observando toda a cena. Ele disse a Gautama Buda, “Então porque você está me deixando de fora? Você não quer compartilhar o que você encontrou com seu velho pai? Minha morte está próxima... inicie-me também”.

Buda disse, “Na verdade, eu apenas vim para levar todos vocês comigo, pois encontrei um reino muito maior – um reino que irá durar para sempre, o qual não pode ser conquistado. Vim aqui para que vocês pudessem sentir aquilo que atingi, a fim de que vocês pudessem sentir minha realização, e eu pudesse convencê-los a serem meus companheiros de viagem”.

O copo e o lago

O velho Mestre pediu a um jovem triste que colocasse uma mão cheia de sal em um copo d'água e bebesse. - Qual é o gosto? - perguntou o Mestre.
- Ruim. - disse o aprendiz.
O Mestre sorriu e pediu ao jovem que pegasse outra mão cheia de sal e levasse a um lago. Os dois caminharam em silêncio e o jovem jogou o sal no lago. Então o velho disse:
- Beba um pouco dessa água.
Enquanto a água escorria do queixo do jovem o Mestre perguntou:
- Qual é o gosto?
- Bom! - disse o rapaz.
- Você sente o gosto do sal? - perguntou o Mestre.
- Não. - disse o jovem.
O Mestre então, sentou ao lado do jovem, pegou em suas mãos e disse:
- A dor na vida de uma pessoa não muda. Mas o sabor da dor depende de onde a colocamos. Quando você sentir dor, a única coisa que você deve fazer é aumentar o sentido de tudo o que está a sua volta. É dar mais valor ao que você tem do que ao que você perdeu. Em outras palavras, é deixar de ser copo, para tornar-se um lago.

Guessar

A Guessar está de site novo. Lindo! A minha querida amiga Drika está de parabéns. Ela dá o sangue lá. E as coisas todas são de altíssima qualidade. E outra: são incensos tibetanos MESMO feito por butaneses, nepaleses e tibetanos. São abençoados por lamas realizados e não são encontrados na lojinha de material esotérico do shopping. Para quem curte, tem horóscopo tibetano e muito mais.
Parabéns Drika!
http://www.guessar.com.br/

Abandono de blog

Caros leitores.
Desculpem-me por ter abandonado o blog por tanto tempo sem postagens novas. É que, como diz a Menina do Didentro, "a minha vida não é um blog". A vida prega é peças na gente e muitas! Estevi às voltas com outros empreendimentos, problemas, alegrias, entusiasmos, tristezas e perdas que são coisas que fazem parte da vida mesmo. Quem falar que não passa por isso está mentindo e, pior, enganando a si próprio.
Enfim, estou de volta e, assim que achar um testo legal, que valha a pena postar, estarei aqui.
Abraço a todos e até logo, logo.

domingo, 20 de setembro de 2009

Sobre o Medo - On Fear - Krishnamurti

Existe o medo. O medo nunca é uma realidade: vem sempre antes ou depois do presente ativo. Quando há medo no presente ativo, será isso medo? Está ali e não há como fugir dele, não há como escapar. Ali, no momento presente, há a atenção total ao momento de perigo, físico ou psicológico. Quando há atenção total, não há medo. Mas o próprio fato da desatenção gera o medo; o medo surge quando há uma evitação do fato, uma fuga; então a fuga é, ela própria, o medo.”
"Porventura uma das causas do medo é a comparação? O comparar-se com outra pessoa? Obviamente sim. A pergunta, portanto, é: será você capaz de viver uma vida sem se comparar com ninguém? Compreende o que digo? Ao se comparar com alguém, seja em termos ideológicos, psicológicos ou mesmo físicos, há o anseio de tornar-se aquilo; e há o medo de não conseguir. é o desejo de preencher e você teme não ser capaz de preencher. Onde há comparação haverá o medo."

Krishnamurti